¿Es esto lo que Dios quería?
No cabe duda de que todos lo que hemos llegado a tener
contacto con la Organización podemos estar agradecidos de que aquel publicador
(a) tocara no solo nuestra puerta sino nuestro corazón y nuestra curiosidad,
nuestro interés en lo espiritual y nos llevara en los primeros pasos del
conocimiento sobre la Biblia pues así abrimos nuestra mente a una nueva visión
de las cosas, de los acontecimientos pasados, presentes y futuros, y de la
misma voluntad y conocimiento de Dios. Nos convertimos en asiduos lectores de
información bíblica y de temas relacionados.
Pero vea como después de esto vuelven a ser ciertas las palabras de introducción al capítulo 1 del libro “¿Qué enseña realmente la Biblia?” que nos hace una invitación a mantener viva nuestra curiosidad y a seguir haciéndonos preguntas:
Así mismo en el nuevo folleto titulado: “El origen de la vida, cinco cuestiones dignas de análisis” página 3, párrafo 4 se nos dice:
“De
hecho, la Biblia desaconseja creer a ciegas lo que otros dicen, advirtiendo:
“Cualquiera que es inexperto pone fe en toda palabra, pero el sagaz considera
sus pasos” (Proverbios 14:15). La Biblia anima al cristiano a emplear su
“facultad de raciocinio” para comprobar personalmente todo lo que le enseñen (Romanos
12:1,2)”.
Cuán verdaderas son
esas palabras y provechoso es el consejo de la Palabra de Dios.
Por eso para seguir
ahondando en “las preguntas más importantes y no darnos por vencidos hasta
encontrar repuestas claras y confiables usando nuestra capacidad de
razonamiento” hemos planteado las siguientes cuestiones que invitan a la
reflexión y análisis. Convencidos que esto contribuirá a su desarrollo y
crecimiento espiritual, acrecentando su fe en el Todopoderoso, en su Palabra,
estrechando el amor a su familia y hermanos cristianos (1 Pedro 4:7-8).
Al analizarlas
pregúntese: ¿Qué es lo que está de acuerdo a la voluntad expresa de Jehová en
estos asuntos según lo expresa en su Santa Palabra (Romanos 3:4)? ¿Qué postura
adoptaré yo en vista de los hechos (Josué 24:15-18)? ¿Continuaré mostrando
verdadera lealtad a Jehová o cederé al temor al hombre (Proverbios 29:25)? Cada
uno de los puntos se presenta primero de manera resumida, pero después
encontrará información, datos y referencias que fundamentan la duda razonable
sobre estos, enumerados posteriormente en el mismo orden en que fueron
expuestos.
Recuerde que no se
trata de buscar justificaciones a los hechos que aquí le presentamos sino de
aceptarlos y actuar en consonancia con ello, a diferencia de Saúl que solo
buscó justificarse y eludir su responsabilidad, nosotros debemos aceptar
nuestras faltas y corregir nuestro camino (1 Samuel 15:22,
23).